Querido Otoño, ya estás aquí junto a Octubre. No hay nada que más me guste que pasear cada día por el mismo lugar y observar que las tonalidades son distintas cada cuantos más pasan. Ver como ese verde vivo que nos ha acompañado durante todos estos meses de verano se convierte es ese amarillo cálido y nostálgico, ese tono que avisa de que llega el comienzo de una nueva estación, pero también los últimos meses del año. Y los tonos marrones que acarician el filo de las hojas con el fin de acabar con todas y cada una de las hojas del árbol, haciéndole saber que llega su descanso hasta la visita de la querida y colorida Primavera. Siempre amaré el Otoño, sus días lluviosos, el crujir de sus hojas al pasar, como los árboles cambian de traje para su nuevo evento. Y yo, ahí, preparada, con mi mirada tras el objetivo observando el paisaje cambiante a mi alrededor, capturando aquello que quizás para otros sea más difícil de ver. ¡Feliz Otoño!
